El presidente de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, abogó este jueves para que el gobierno negocie con los acreedores y llegue a un acuerdo por la reestructuración de la deuda, al advertir que caer en default causaría “serios problemas” no solo para el estado nacional sino también para las empresas endeudadas. Se suma así al pedido formulado en los últimos días por varias entidades empresarias.
Gabbi consideró que “es importante mostrar la voluntad de negociación probablemente discutiendo una pequeña mejoría” de la oferta presentada por el gobierno, a un día de que venza mañana el plazo fijado por el gobierno en el prospecto de la SEC para que los acreedores acepten la propuesta,
El directivo bursátil sentó su postura al participar del seminario virtual “Perspectivas de los Mercados: el día después del día después”, junto con el gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio , Claudio Zuchovicki.
“Estamos sumergidos en el debate, como muchas veces nos ha pasado, de negociar o defaultear. Deseo con toda el alma que sea negociar. El default crudo traería serios problemas no solo para el estado nacional sino para la gran cantidad de empresas argentinas que tienen obligaciones negociables que calculamos que superan los US$16 mil millones de dólares. Pensados a un 8% de interés anual, estaría alrededor de 1.300 millones que estarían las empresas solicitando al gobierno para que le dé dólares al mercado oficial cosa que sería casi imposible y repercutiría en el mercado de cambios”, fundamentó.
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Frente a ese panorama, Gabbi juzgó que el volumen de lo deuda que se negocia “no es un monto tan importante como para que Argentina tenga la duda de negociar o defaultear”, y argumentó que “mirando solamente lo que se negocia en Byma vemos que menos de 40 días de volumen es la deuda que estamos hablando, por ende si partimos de la base que la gran deficiencia del país es un pequeño mercado de capitales, que chiquito es para Argentina la negociación que tiene que hacer”.
El dirigente enfatizó que “es importante mostrar la voluntad de negociación probablemente discutiendo una pequeña mejoría en alguna capitalización de intereses por los años de gracia, o una mejora pequeña del cupón”.
En ese sentido, cree que “si se reconoce un pequeño interés por el periodo de gracia de los primeros tres años, ya sea capitalizándolos o no, va a mejorar sustancialmente la relación con los bonistas”, y justificó que “llevar el promedio de pagos 1% más de lo ofrecido sería estar en línea con los intereses que se le pagan al FMI”.
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“Si esto sucede, los nuevos bonos podría subir un 25%, bajando fuertemente el riesgo país, y generando un excelente clima de negocios que permita mayores inversiones, con mejores trabajos y salarios para los argentinos”, auguró.
Asimismo, sugirió que para mejorar el tratamiento de los bonos de legislación local “sería interesante” que esos títulos “puedan ser utilizados para comprar bienes de capital como alguna vez ya se hizo”, y afirmó que “esto ayudaría a confiar en ahorrar más en nuestro mercado, en nuestros nuevos bonos, y dinamizar la economía real”.
También aprovechó para invitar a invertir en la Bolsa, y especuló que “en este momento donde las cotizaciones son tan bajas seguramente quienes inviertan ahora van a tener un rédito muy interesante”.
“Cuántas veces hemos escuchado a los botes que se pudre todo y después resultó ser el mejor momento de compra”, remató
Por su parte, Zuchovicki al dar un pantallazo sobre el actual contexto, comparó que la crisis por la pandemia de coronovirus “es muy distinta” a la otras “porque no se rompió nada de la capacidad instalada, no fue una guerra, un terremoto, esto fue una crisis de oferta primero porque nos encerraron a todos y no podemos producir, y eso provocó una crisis de demanda, las dos cosas a la vez, pocas veces visto”.
“Pero la capacidad instalada está intacta, con lo cual cuando se abra de a poco, va a haber una capacidad de reacción, y se va a salir”, agregó.
Sobre la cuestión de la deuda, Zuchovicki sostuvo que si el gobierno se inclina a negociar en lugar del default “es que quieren dejar la ventana para el crédito, es que quieren respetar al sector privado, y que les importa lo que pase con las empresas que tienen deudas”.
En ese marco, opinó que si el gobierno y los acreedores “se ponen a hablar, no están tan lejos”, y reiteró que “si existe esa voluntad, quiere decir que el gobierno quiere arrancar pro mercado, y eso puede ser una ventana” en un contexto donde los actuales precios de los bonos son “exageradamente bajos”.
CP